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La faringitis es una inflamación en la faringe que puede producirse por diversas causas tales como que la persona ha dormido con la boca abierta, por algún malestar de gripe o por consumir alimentos calientes.

Esta inflamación produce a su vez un dolor considerablemente agudo en la garganta y una molestia al momento de ingerir cualquier alimento, especialmente si es sólido. Por otro lado, en situaciones más graves, provoca el enrojecimiento de las mucosas y hasta fiebre.

Si bien existen tratamientos farmacéuticos que puedes tomar bajo prescripción médica, también puedes considerar algunos remedios naturales muy eficientes que pueden ayudarte a aliviar el dolor y la inflamación progresivamente.

Si quieres saber cuáles son, este artículo con los 11 remedios de la abuela para la faringitis es para ti, así que no perdamos más tiempo y ¡vamos allá!

Remedios caseros de la abuela para la faringitis

Miel

Uno de los primeros beneficios que buscamos en un medicamento natural es un efecto de alivio ante el dolor y la irritación y para ello, la miel es una gran aliada para ayudar a reducir la carraspera y a lubricar la garganta.

Aunque por sí sola la miel es muy eficiente, también puedes ingerirla junto a un té o infusión del sabor de tu preferencia y para potenciar su efecto, puedes incluir el zumo de medio limón para fortalecer tu sistema inmunológico.

Caramelos

Probablemente, este sea uno de los remedios naturales con más aceptación en esta lista, y es que ¿quién no disfrutaría un delicioso y dulce caramelo?

Lo que sí debes saber, es que no se trata de cualquier caramelo azucarado, sino preferiblemente, los caramelos de jengibre, menta o eucalipto que son tan comunes en todas las farmacias.

Aunque estos ingredientes son muy eficientes para aliviar síntomas asociados a la gripe, el mayor efecto que brinda el consumo de caramelos es la producción de saliva, la cual reduce el dolor de la garganta y a su vez produce un efecto refrescante gracias al sabor de los caramelos.

El mayor efecto que brinda el consumo de caramelos es la producción de saliva, la cual reduce el dolor de la garganta y a su vez produce un efecto refrescante gracias al sabor de los caramelos

Sopa de pollo

Las abuelas más consentidoras generalmente se caracterizan por sus exquisitas sopas de pollo acompañadas de fideos y vegetales, las cuales suelen preparar al momento de un resfriado o malestar de gripe.

En el caso de la faringitis, este tipo de sopas son un remedio excepcional, ya que aportan una buena cantidad de sodio y aminoácidos al organismo que ayudan a estimular el transporte mucociliar.

Muchas personas piensan que el efecto de alivio producido por el caldo de pollo se debe a la temperatura en la que se consume, sin embargo, muchos estudios han demostrado que sus beneficios van mucho más allá.

De acuerdo a estas investigaciones, el caldo del pollo ayuda a contrarrestar la inflamación generada en ciertas células llamadas necrófilos, que provocan el dolor en la garganta. 

Helenio balsámico

El helenio balsámico es una planta de flores amarillas de gran tamaño que suele crecer tanto en las montañas europeas como en la península ibérica, por lo que no es muy difícil de encontrar en las tiendas naturistas en distintas presentaciones.

Según los expertos, esta planta cuenta con diversas propiedades que pueden ser grandes aliadas para aliviar los molestos síntomas de la faringitis, entre ellas se encuentran sus efectos antitusivos, antiespasmódicos, antisépticos y balsámicos.

En este caso, lo más recomendable es preparar una infusión a partir de su raíz, en donde podemos encontrar una mayor concentración de sus nutrientes y lo mejor de todo es que con una raíz puedes extraer hasta medio litro de esta infusión.

Dado que sus efectos son bastante fuertes, solo se recomienda tomar entre 2 y 4 cucharadas diarias.

Vinagre de manzana

Puede que este no sea el remedio con mejor sabor de esta lista, pero una vez que conozcas sus beneficios te convertirás en un verdadero adepto del vinagre de manzana.

Se trata de uno de los mejores remedios para tratar diversas enfermedades infecciosas, dado que tiene un efecto antimicrobiano, así como también propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.

Su efecto consiste en la acidez del vinagre, por el cual suele adherirse a la garganta, ayudando así a deshacer las membranas mucosas y evitando la propagación de las bacterias que producen la faringitis.

Para aprovechar estas propiedades, debes diluir 2 cucharadas colmadas en una taza de agua y una vez que lo mezcles muy bien podrás proceder a realizar gárgaras dos veces por hora hasta que sientas alivio.

Se trata de uno de los mejores remedios para tratar diversas enfermedades infecciosas, dado que tiene un efecto antimicrobiano, así como también propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.

Bicarbonato de sodio

El bicarbonato es un ingrediente infaltable en las despensas de las abuelas y es que desde siempre ha sido utilizada para tratar enfermedades bucales, estomacales, respiratorias, entre otras.

Debido a sus propiedades antibacterianas, el bicarbonato de sodio es muy eficiente para combatir las bacterias alojadas en la faringe, eso sin contar que ayuda a aliviar considerablemente el dolor de garganta.

La preparación de esta receta consiste en diluir un cuarto de cucharadita de bicarbonato y la misma cantidad de sal en un vaso de agua previamente entibiada. Una vez integrados todos los ingredientes, debes hacer gárgaras para aliviar el dolor y la inflamación.

Jengibre 

Como mencionamos anteriormente, el jengibre es un ingrediente muy eficaz para aliviar el dolor y la inflamación de la garganta, puesto que cuenta con un efecto antiinflamatorio capaz de relajar las vías respiratorias.

Por si fuera poco, esta raíz tiene propiedades antimicrobianas ideales para reducir la inflamación en la faringe y para eliminar las bacterias que suelen alojarse allí.

El jengibre por sí solo es un gran ingrediente, pero si deseas potenciarlo tan solo debes preparar una infusión con una taza de miel de abeja, una cucharada de zumo de limón y 40 gramos de jengibre en una taza de agua previamente hervida.

Menta 

El efecto refrescante de la menta está muy recomendado para tratar afecciones como la faringitis, dado que ayuda a descongestionar las vías respiratorias y a liberar la mucosidad que produce la molestia en la garganta.

Esta planta también es un poderoso expectorante que incluye además los mismos efectos y propiedades que el jengibre, por lo que debes considerar tener una planta como esta en casa.

En este caso debes preparar una infusión con varias hojas de menta en medio litro de agua para realizar vaporizaciones con la ayuda de una toalla. Esto puedes hacerlo unas 3 veces al día durante una semana para que puedas notar un alivio progresivo.

Esta planta también es un poderoso expectorante que incluye además los mismos efectos y propiedades que el jengibre, por lo que debes considerar tener una planta como esta en casa.

Manzanilla

Sabemos que la irritación es uno de los síntomas más molestos que produce la faringitis, pero si tienes un poco de manzanilla en casa podrás aliviarla de inmediato con una deliciosa taza de té.

Para prepararlo debes colocar una taza de agua a hervir junto con una cucharada de miel y una bolsita de té de manzanilla. En caso de que no la tengas la manzanilla en esta presentación debes agregar 3 gramos.

Si deseas ver los efectos rápidamente debes tomar este té unas 3 veces al día para que vayas reduciendo la inflamación y el ardor sin demora.

Tomillo

Desde siempre, el tomillo ha sido recomendado para aliviar el dolor de garganta y las enfermedades respiratorias, es por eso que esta planta no puede faltar en los hogares de las abuelas.

Su efectividad se debe principalmente a los efectos analgésicos y antiinflamatorios que poseen, por lo que es muy eficiente para combatir la faringitis.

El té de tomillo también es muy fácil de preparar, tan solo necesitarás 10 gramos de tomillo, una cucharada colmada de miel y una taza de agua y una vez que integres estos ingredientes en una olla, debes dejarlo hervir por unos minutos.

Si lo prefieres también puedes hacer una infusión para hacer gárgaras, en cuyo caso no es necesaria la miel.

Su efectividad se debe principalmente a los efectos analgésicos y antiinflamatorios que poseen, por lo que es muy eficiente para combatir la faringitis.

Salvia

La salvia es una de las plantas medicinales más conocidas y versátiles de esta lista, y es que además de sus propiedades medicinales es muy utilizada con fines gastronómicos y en el área cosmetológica.

En el caso de la faringitis, esta planta puede brindar un gran alivio, especialmente cuando se combina con la miel, pues es un antiinflamatorio natural muy potente.

Para aprovechar al máximo estas propiedades, debes colocar a hervir una taza de agua y una vez que rompa a hervor, debes apagar el fuego y colocar varias hojas de salvia y una cucharada de miel, para mezclar todo y dejarlo tapado por 10 minutos.

¿Es bueno el clavo de olor para la faringitis?

El exquisito aroma que ofrecen los clavos de olor a los postres de la abuela es inconfundible, pero lo que muchos no saben es que este ingrediente es mucho más útil de lo que parece.

Según algunos estudios, los clavos de olor son ricos en eugenol, el cual ha sido utilizado durante muchos años para tratar enfermedades como la amigdalitis y la faringitis aguda, dado que ayuda a aliviar el ardor y la inflamación en la garganta.

Lo mejor de todo es que no necesitas hacer ninguna preparación, solo debes masticarlos durante unos minutos para que comiences a percibir sus bondades.

¿Son buenas las gárgaras con sal para la faringitis?

Como recordarás, al principio de esta lista dejamos una receta que incluía bicarbonato y sal entre sus ingredientes y esto no es casualidad, pues la sal es capaz de extraer la mucosidad alojada en el tejido inflamado para aliviar el dolor de inmediato.

Para hacer esta preparación, debes incluir un cuarto de cucharada de sal común en un vaso se agua y una vez que tengas la sal diluida, puedes proceder a hacer las gárgaras varias veces al día.

La sal es capaz de extraer la mucosidad alojada en el tejido inflamado para aliviar el dolor de inmediato.