Si en los últimos análisis te han detectado que tienes el colesterol alto, es posible que ya estés haciendo algunos cambios en tu dieta y en tu estilo de vida para que los niveles vuelvan a estar dentro de unos parámetros saludables. Pero no se trata solo de lo que comemos, lo que bebemos también influye. De hecho, aquí tienes siete bebidas malas para el colesterol que deberías dejar de consumir o, al menos, intentar consumirlas lo mínimo posible.
Leche entera
La leche siempre ha sido percibida como una bebida saludable, y los nutricionistas y los médicos no paran de recomendar el consumo de lácteos. Salvo que seas vegano o intolerante a la lactosa, la leche no debería faltar dentro de tu dieta habitual, pero debes tener precaución si tienes el colesterol alto.
La leche entera es alta en grasas saturadas y esto hace que se eleven los niveles del conocido como colesterol malo. Por eso, lo ideal es eliminarla de la dieta si estás intentando reducir os niveles de LDL. En su lugar, puedes consumir leche semi desnatada o desnatada, o tomar alguna bebida vegetal (de almendras, de soja, etc.).
Café
El café puede ser una bebida muy interesante desde el punto de vista nutricional, pero solo si no abusamos de ella. Ahora sabemos que quienes toman más de cinco tazas al día de café expreso o sin filtrar pueden ver incrementados sus niveles de colesterol LDL en hasta un 8%.
Esto se debe a que el café es rico en cafestol, un compuesto que impacta de forma negativa en el metabolismo de los lípidos y aumenta el colesterol malo dentro del organismo. Nuestra recomendación es que no abuses del café y no tomes más de dos tazas al día, incluso puedes valorar sustituirlo por un té.
Refrescos y bebidas azucaradas
Tenemos claro que no son muy sanos, pero podemos afirmar que, además, los refrescos están entre las bebidas malas para el colesterol. Los últimos estudios han demostrado que el consumo habitual de estas bebidas se asocia con cambios adversos en las concentraciones de colesterol y de triglicéridos.
Y a ello hay que sumarle que los refrescos tienen un alto contenido de azúcar, lo cual tampoco es bueno para nuestro organismo. Incluso en el caso de los refrescos que se promocionan como light, existe el riesgo de que incidan negativamente en los niveles de colesterol. Por eso, mejor no tomarlos, o beberlos de forma muy esporádica.
Bebidas alcohólicas
Aquí encajan todas las que te puedan venir a la mente, desde el vino o la cerveza hasta el ron o la ginebra. El alcohol no es un producto nada sano, y sabemos que no se debe abusar de él, pero empieza a verse cada vez más claro que el consumo moderado también puede tener efectos perniciosos sobre la salud.
Una vez en el organismo, el alcohol se descompone y se reconstruye en el hígado en forma de triglicéridos y colesterol. Por tanto, cada vez que te tomas una copa, estás contribuyendo a aumentar el nivel de estos elementos en tu sangre.
Batidos
Ojo que no nos referimos solo a los batidos procesados que podemos encontrar en el supermercado o a los que nos ofrecen en cafeterías y que pueden llevar desde chocolate hasta nata.
También los batidos que percibimos como sanos, incluso los que elaboramos nosotros mismos en casa, pueden ser bebidas malas para el colesterol. Porque siempre vamos a añadir grasas, procedentes de la leche, de un yogur, o de helado. Y esto hace disminuir el colesterol bueno y aumentar el colesterol LDL o malo en la sangre.
Zumo
El zumo es otra de esas bebidas que normalmente catalogamos como sanas cuando no lo es tanto, especialmente si hablamos de un producto procesado. Los zumos que encontramos en el súper tienen una gran cantidad de azúcar, algunos incluso llevan algo de leche añadida, y esto contribuye a la subida del colesterol malo.
Si quieres tomar un zumo, mucho mejor si lo elaboras en casa recién exprimido. Pero tampoco abuses de él, porque un exceso de fructosa podría alterar tu organismo. Además, recuerda no añadirle azúcar ni ningún tipo de edulcorante.
Bebidas energéticas
Las bebidas energéticas no son un milagro de la ciencia, solo una combinación de altas dosis de cafeína y de azúcar, en suficiente proporción como para acabar con la sensación de sueño y/o cansancio en apenas unos minutos. Algo que, como seguro que ya imaginas, no es nada bueno.
Abusar de las bebidas energéticas no es recomendable ni aunque tus niveles de colesterol estén perfectos. Si tu nivel de LDL es alto, lo mejor es que ni las pruebes, ya que afectan al metabolismo de los lípidos e incrementan la presencia de triglicéridos y colesterol en la sangre.
¿Qué bebidas son buenas para el colesterol?
Ahora que ya conoces las bebidas malas para el colesterol, aquí tienes varias recomendaciones que te vendrán muy bien.
Agua
En realidad, es lo único que nuestro cuerpo necesita para hidratarse. Si quieres darle un toque diferente, prueba a elaborar tus propias aguas de sabores con un poco de perejil, jengibre o limón.
También puedes tomar agua con gas (siempre bien fresca), pero recuerda no abusar de ella para no tener molestias estomacales.
Té verde
El té verde es una de las mejores bebidas que puedes consumir para el colesterol o para cualquier otro problema de salud, porque es uno de los antioxidantes naturales más potentes que existen (fuente: comerhealthy.com/6-bebidas-malas-para-el-colesterol-y-4-que-recomendamos-beber/)
Actúa como estimulante, así que puede ser un sustituto muy saludable del café o de las bebidas energéticas. Además, estimula el funcionamiento cerebral y promueve la quema de grasa en el cuerpo.
Zumo de tomate
El zumo de tomate tiene una potente acción antioxidante que retrasa el envejecimiento, pero también refuerza el sistema inmunológico y reduce el nivel de triglicéridos en la sangre, así que es un buen aliado para luchar contra el colesterol.
Puedes aderezarlo con un poco de pimienta negra y un toque de sal para darle todavía más sabor. Procura hacerlo en casa y, si lo compras elaborado, asegúrate de que sea lo más natural posible.
Unos pequeños ajustes en tu dieta, en tu estilo de vida, y no abusar de las bebidas malas para el colesterol, hará que recuperes los niveles saludables mucho antes de lo que imaginas, cuidando así de tu salud.